
Y el ángel más hermoso que habia visto me dijo - ¿Me prestas tus alas para poder volar?-
Le miré tristemente y le enseñé la espalda - Lo siento, mis alas están rotas, ni siquiera aletean...-
Me cogió de la barbilla y mirandome a los ojos sonrió - Mucho mejor asi, ahora seremos dos angeles caidos en medio del fin del mundo-.
Att: Treichssen
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